Es evidente que vivimos una situación desagradable para todos los ciudadanos, marcada por directrices muy fuertes para y no por los bolsillos de la mayoría de los ciudadanos y para todo lo que de ello se desprende: necesidades básicas como la vivienda, la alimentación, la salud, la higiene... A veces, que se convierte en a menudo, le da a uno por pensar que aquellos que marcan las direcciones del devenir del lugar dónde habitamos juegan con una espada de doble filo: entre el derecho a manifestarse públicamente y la no justificación de la violencia.
De todos los medios existentes, en nuestra historia se ha utilizado la violencia como uno de ellos. España vivió duras represiones (por ejemplo, la Guerra Civil), tales como las citadas en el párrafo anterior y muchos más agravantes, para que unos consiguieran el poder sobre los otros, para marcar sus directrices de gobierno. Desde la instauración de la democracia podemos decir que entre otros ámbitos, la educación ha intentado descubrir las consecuencias tan negativas que tiene la violencia como medio. Pero ¿qué se ha convertido en violencia?
No se considera violencia sobre los ciudadanos que el gobierno actúe con ímpetu y fuerza, que se ejecute fuera de la razón y la justicia. Porque las medidas adoptadas en los últimos meses siempre afectan a los mismos. Y estas reflexiones ¿no serán violencia?:
- ¿Cuántos casos de corrupción política hay sin resolver u olvidados, y personas desahuciadas por no pagar una hipoteca con menor significado económico?
- ¿Cuántos cargos políticos ocupan varios puestos de trabajos y otras personas no encuentran ni tan siquiera un lugar dónde desempeñarse?
- ¿Cómo se puede calificar publicar esta noticia "El parto de los montes, periódico ABC", no será violencia escrita?, no es suficiente ver el número de personas en desacuerdo con la actuación política para originar un cambio en la clase política, más allá ¿qué ha hecho el gobierno ante el mismo problema?
- ...
A pesar de todo, personalmente sigo pensando que la violencia no es el mejor medio. Y la lástima, es que tan sólo con dos herramientas: el voto electoral y la manifestación pública pueden hacer frente a este tipo de injusticias, aunque ello implique tiempos de sufrimiento por lo que se ve sólo para algunos.
En el apartado de comentarios, interesante respuesta por parte de Eduardo Lynch al escritor del artículo "El parto de los montes" edición digital ABC. Día 25/09/2012 - 15.45h: JESÚS LILLO.
ResponderEliminarhttp://www.abc.es/20120925/espana/abci-congreso-201209251231.html#